Twittea este post

viernes, 17 de junio de 2011

Desmontar el pasado, desvirtuar el presente, robar el futuro.

Los sucesos desarrollados el miércoles ante el Parlamento de Cataluña han trastocado algo la idea de post que pretendía hacer, breve y basado en una serie de enlaces varios para proporcionar información relativa al llamado Pacto del Euro y a la concentración convocada para el próximo domingo en toda España, como continuación al 15M. Así que, por partes.

El 15M representa un movimiento cuya capacidad para poner nerviosos a partidos políticos y medios de comunicación tradicionales es directamente proporcional al apoyo o simpatía que reciben del conjunto de la ciudadanía (varias encuestas han señalado que entre el 70% y el 80% de la población española veía con cierta simpatía a los indignados). El 15M fue el reflejo del despertar político de una ciudadanía aletargada, especialmente en su escalafón joven. De manera pacífica se tomaban los espacios públicos para rechazar un poder político subyugado al siempre invisible poder económico y se reclamaba otra forma de hacer política, otra actitud por parte de nuestros políticos. Se pedía más y mejor política. Y se hablaba de política. Qué locura, ¿no?

Partidos políticos y medios de comunicación asistieron con estupefacción a las concentraciones, primero, y a las acampadas, después. Desde mi punto de vista, las acampadas representaron caer en una trampa tan simple como perversa tendida por partidos y medios, cuando como única respuesta al movimiento (tras desdeñarlo y, posteriormente, atacarlo) se enunció aquello del "y qué proponéis". Y entonces se montó el gran circo de las asambleas temáticas en todas las plazas de este país donde se entro a hablar y debatir (ejercicio sanísimo, eso sí) sobre cuestiones de todo tipo y, por lo tanto, desconectadas muchas de otras, y con planteamiento que, al final, alejaban a mucha gente del movimiento, desdibujando y erosonando su origen y principal capital: esa enorme energía liberada en forma de indignación hacia la forma en que el establishment político y económico ha venido funcionando de espaldas a la ciudadanía.

Califico al "y qué proponéis" como perverso porque son ellos, nuestros representantes, aquéllos que ocupan las instituciones democráticas en nuestro nombre, los que tienen la capacidad de actuar. Son ellos los que deben hacer propuestas, debatirlas, aprobarlas, ponerlas en práctica y dar cuenta de todo ello. Evidentemente no es realista que una ciudadanía heterogénea elabore todo un programa político de actuación. Si ello fuera posible no tendríamos un sistema democrático representativo, no existirían los políticos, bastarían los burócratas y tecnócratas. Es indigno que renieguen de esta manera de su responsabilidad con un "no tenéis líderes, no tenéis programa... organizaos como partido y hablamos". Algo falla cuando se pretende invisibilizar un fenómeno así. En este sentido las acampadas has sido algo positivo en la medida en que han dado visibilidad al movimiento, aunque al final se pecó por exceso.

Dicho esto, pasamos a hablar de los lamentables incidentes acaecidos ante el Parlamento catalán. Totalmente indignos. No se puede coaccionar de esa manera las instituciones demócraticas y a los representantes que las ocupan. Es injustificable. La violencia física que hemos visto es condenable, pero también lo es lo que simplemente se planteaba como un bloqueo del acceso. Es intolerable en democracia. Muchos, me incluyo, no nos vemos representados por estas actitudes, por más que simpaticemos con el movimiento y, sobre todo, con sus planteamientos originales. Y, por supuesto, la violencia no sólo no nos representa. Es repudiable a todos los efectos.

Sin embargo, esa violencia parte de un porcentaje mínimo de individuos, y no puede extrapolarse a todo el movimiento como se pretende desde ciertos medios y grupos políticos. La prueba de su actitud pacífica ha estado en el desarrollo de las semanas de acampada y, de manera tan triste como gráfica, en el desalojo de la Plaza de Calalunya a finales de mayo. Está claro que ha habido policía secreta infiltrada entre los integrantes del movimiento, y que han podido actuar en el sentido de incitar a desencadenar incidentes, pero no se puede negar lo evidente: se acabó acosando y coaccionando a los representantes de la ciudadanía catalana elegidos democráticamente en elecciones libres. Punto. Pero tampoco deben instrumentalizarse unos hechos que no dejan de ser aislados para no hablar de lo importante, del recorte social que, de facto, se aprobaba ese día en el Parlamento; de la fractura social que se está produciendo (como sí hacen medios extranjeros, como la BBC o el Guardian). Estos hechos ni son ni deben ser un balón de oxígeno para que se descalifique y desprecie a un movimiento que no es sino la suma de muchos ciudadanos desencantados, y que seguirá echándose a la calle para mostrar su indignación (la propia Defensora del Pueblo ha advertido que no pueden ignorarse las protestas ciudadanas). El próximo día, este domingo, en contra del llamado Pacto del Euro.


¿Qué es el Pacto del Euro? Porque, en realidad, ha pasado bastante de puntillas por las páginas de los medios hasta fechas más bien recientes, y en gran parte porque el movimiento 15M lo ha puesto sobre la mesa (los partidos políticos tradicionales, claro, a lo suyo).

En el programa de @JuanraLucas en RNE1, En días como hoy, acostumbran a dar voz a sus oyentes, que tienen la posibilidad de intervenir de manera constante y abierta. Una de sus oyentes intervino para hacer un alegato en contra del Pacto del Euro, algo que ha dado la vuelta a la red ya.


Qué es el Pacto del Euro. Se trata de un paquete de medidas anticrisis que va a aprobar el Parlamento Europeo la próxima semana sin apenas debate y muy presionado por las otras instituciones. A continuación dejo varios enlaces para que, si tienes tiempo y curiosidad, te informes:

- Artículo en 20minutos con las claves del Pacto del Euro.

- Juan Torres López y Alberto Garzón desgranan los principales rasgos del Pacto del Euro.

- Vídeo de ATTAC en el que Paco Álvarez analiza las consecuencias del Pacto del Euro (via @PHumano)


¿Informaciones parciales y sesgadas? Pudiera ser, pero para los que no somos expertos economistas es información. Información que no nos brindan nuestros representantes, con lo que nos jugamos. Se está desmontando el estado de bienestar que define como ninguna otra cosa nuestro modelo de convivencia y, como es lógico, nos revolvemos. Por eso el 19J mucha gente saldremos a la calle, aunque luego se pretenda desvirtuar nuestro gesto. Porque no podemos permitir que nos roben el futuro.